Bigdata y Smartdata, la nueva fórmula del poder: data + data + data = información
= (PODER)2.
Carlos Alberto Barrios L
Moore Stephens Madrid.
Muchos artículos propios y de terceros hemos coincidido en la
importancia casi vital del control del uso de la información y datos que
colocamos en nuestras redes sociales privadas y de nuestra organización por los
riesgos que está pudiese implicar. Pensar o esperar que los proveedores la
controlen es una utopía; ellos saben qué tienen, ellos saben lo que eso vale.
No se ha terminado de entender el alcance de la tecnología y las
redes sociales en nuestra vida y creo que por el ritmo de evolución casi
caótica que ésta lleva no la podremos alcanzar, no por lo menos los humanos
normales.
Las redes sociales conjuntamente con el avance exponencial de la
tecnología, de las telecomunicaciones y de los equipos de interconexión inteligentes constituyen uno de los elementos más poderosos de
interacción e interconectividad con que la humanidad cuenta.
Tenemos desde las cosas más simples, esos denominados Internet
de las cosas o "Internet of Things" o IOT que permiten que
nuestra casa se autoregule sola, su temperatura, el flujo de aire; qué el lector de frecuencia nos
indicará cuanta leche y azúcar nos queda en la alacena y que se comunicará con
el "iSuper" y hará el pedido que será descontado de nuestra cuenta
bancaria. Falta Robotina (los que somos de los 60 y veíamos los Supersónicos lo sabemos) para que abra la puerta.
Los números de las interacciones que se están generando en las
redes son ya impensables, se habla de 44 zetabytes o 44x(10)21, equivalente
según leí a 174 periódicos por cada habitante del planeta.
Ahora es importante aclarar que tanta data sin sentido venga de
donde provenga no es el problema (bigdata), el problema será cuando esa data
interrelacionada, pensada, inferida empiece a ser información con sentido real
o predictivo (smartdata); cuando los equipos y algoritmos de inteligencia
artificial desclasifiquen, se retroalimenten y lleguen a conclusiones validas o
bastantes exactas del comportamiento y hábitos del ser humano. Eso que Robert
MacBride Alen escribió en su obra iRobot y que describió tan bien (demasiado
para mi gusto) en su novela, cuando Viky el cerebro positronico que controla
todos los robots humanoides después de analizar todos los datos del
comportamiento de las personas infiere que el humano es impredecible y busca su
autodestrucción y según la primera ley de la robótica (expuesta por el escritor
Isaac Asimov en su serie Robots), indica que hay que salvar a los humanos de
cualquier daño potencial, en este caso de ellos mismos y los robots son los
únicos perfectos para ello, que fueron creados para ello, por eso la necesidad
de controlarnos.
Tenemos vehículos de conducción autónoma que se retroalimentan
del entorno y predicen el comportamiento del conductor, de las condiciones y de
las vías para su desplazamiento según el MIT Technological Review Magazzine. No
hay agotamiento, ni distracción del chat del Facebook o la necesidad del baño
en la carretera. Tenemos vehículos que pueden predecir que el conductor no está
apto para manejar, que está cansado o que está bebido o que ha tomado una
conducción errática y tomará el control del vehículo. Ya hay una app para
Smartphone que predice si estás aburrido!.
En la actualidad hay aplicaciones públicas capaces por geolocalización
"oír" en un área previamente seleccionada lo que dicen las redes
sociales sobre algo específico filtrado a través de palabras claves, o de
personas claves previamente identificadas cómo influencers en la conducta de un
grupo. Sí éstas aplicaciones son públicas qué no habrá secreto y confidencial
al servicio de quién lo pague o quién lo ordene (las nuevas Viki´s).
Espero (aunque no lo creo) que estemos lejos de esa realidad
pero cada día estamos percibiendo como la data y la información recopilada,
oída, escrita y vista, es analizada y desgranada en modelos y algoritmos que
predicen conductas y comportamientos de las masas, para llegar a predecir qué
quieren, qué les molesta, qué necesitan y cómo las organizaciones, y hablamos
de empresas y de gobiernos la usarán para llegar a esas masas para predecir las acciones y
situaciones favorables o desfavorables que les convengan así como la mejor
forma de enfrentarla, minimizarla o acallarla.
Ahora el tema ético de la escucha es otra cosa, es una utopía
más en este "iMundo" donde toda la data está en un iCloud y que nadie
nos garantiza su inocuidad, qué es oído, leído, visto y usado, eso vale mucho
dinero, es mucho poder en manos de unos pocos.
Controlar esto es casi imposible, solo queda educar y capacitar a nuestra gente en el uso de las redes y a evitar decir, escribir o promover cosas que nos pueden afectar directa o indirectamente a nuestra familia, a nuestra gente o a nuestra empresa, pensar que el uso de las redes no es privado sino público y todo lo dicho podrá y será usado.
La única arma efectiva es la educación y la concienciación.
Ésta es una reflexión personal, pero sí deseas agregar un
comentario estás en la libertad de hacerlo, respetando las opiniones de los
demás y sin exponer a personas o empresas.
Comentarios
Publicar un comentario