El control
interno, la auditoría financiera y el análisis forense; una relación
simbiótica.
Carlos Alberto Barrios
Asociado a Moore Stephens Madrid
Estas tres disciplinas como toda profesión tiene
una serie de objetivos claros y específicos que cumplir, tienen sus propios
protocolos, sus propios objetivos y sus propios desenlaces; sin embargo no son
mutuamente excluyentes sino amplia y recurrentemente relacionadas entre sí.
El control interno lo podemos definir como todas
aquellas actividades, funciones, tareas, normas, políticas y procedimientos que
la organización desarrolla para ofrecer una garantía más que razonable que los
objetivos empresariales (estratégicos, operacionales, de cumplimiento y
financieros) se lograrán; mediante la implementación de una serie de controles
preventivos y detectivos que permitirán minimizar los niveles de riesgo, de
exposición e impacto.
La auditoría financiera tiene un objetivo común al del control interno pero más específico, como es ofrecer una garantía razonable que la toda la información financiera y tributaria de la organización es razonablemente válida, que ésta refleja fielmente la situación económica de la organización y que la misma está adecuada estrictamente a las normas contables nacionales e internacionales.
La auditoría financiera tiene un objetivo común al del control interno pero más específico, como es ofrecer una garantía razonable que la toda la información financiera y tributaria de la organización es razonablemente válida, que ésta refleja fielmente la situación económica de la organización y que la misma está adecuada estrictamente a las normas contables nacionales e internacionales.
El análisis forense podemos indicar que está
constituido por una serie de protocolos, procedimientos e indagaciones que
permiten entre otras actividades; ofrecer una garantía más que razonable que
los datos e información consignados por la organización para concluir en
referencia a un tema especifico fueron exactos, validos, oportunos y
consistentes al tema evaluado, y que los mismos no fueron manipulados ni
adulterados en forma fraudulenta.
Un análisis forense no podría iniciase de supuestos
de hechos, de inferencias poco sustentables, porque su indagación es tan específica
que puede perderse en el detalle de los datos a analizar. Éste por la
especificidad de sus protocolos parte de un hecho concreto, de una duda
razonable sustentada y qué durante sus indagaciones determinará la validez o no
del mismo, las ramificaciones de este, su extensión, su impacto, su duración, consignándole
a la administración las pruebas duras y concluyentes, que el hecho sujeto de la
evaluación se consumo o no, así como su impacto, extensión, costes, entre otros.
Es igualmente factible que el auditor financiero en
base a sus indagaciones financieras y contables, detecte inconsistencias,
ambigüedades y su escepticismo profesional le alerte que la información
obtenida, no le da la garantía que requiere para emitir opinión. En este caso
el auditor financiero podrá en base a sus hallazgos solicitar a un experto en
control interno que evalúe la razonabilidad de los controles y a un analista
forense que confirme y certifique la validez de la data y de la información,
determinando sí ésta ha sido fraudulentamente modificada o tergiversada.
El consultor de control interno igualmente puede
ser ese sujeto que partiendo de la evaluación de los controles internos a través
de la aplicación de una serie de pruebas puede concluir con bastante nivel de
asertividad que los controles internos son ineficientes, de alta exposición, de
alto impacto y que los mismos no otorgan la garantía de la capacidad de la
organización al logro de sus resultados con probable impacto financieros. En
esta situación el consultor de control interno podrá solicitar a un auditor
financiero una evaluación pericial de la información financiera y su
consistencia en los estados de resultado e igualmente podrá solicitarle al
analista forense que certifique sus hallazgos evaluando más detalladamente la
data y la información para confirmar o no los hallazgos y su impacto mediante
las evaluaciones periciales de acuerdo a sus protocolos.
Sin embargo, tampoco podemos dejar de lado la muy
estrecha relación entre el auditor financiero y el de control interno, donde ya
casi es norma las auditorias combinadas, en las cuales la opinión y revelación
del auditor financiero deben estar avaladas y soportadas por una revisión igual
de exhaustiva del control interno, emitiendo opinión que ambos, control interno
e información financiera son validas, oportunas y consistentes a la intensión
de la organización.
Pudiésemos entonces confirmar la relación estrecha
entre el control interno, la auditoría financiera y al análisis forense, donde
la inclusión y aceptación de la experiencia pericial de cada uno es garantía
absoluta de éxito, es una relación casi simbiótica.
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