Las Pymes y
el Modelo de Gestión y Control.
Carlos
Alberto Barrios López
Asociado a
Moore Stephens Madrid
La importancia que las PYMES tienen en la economía
mundial y en el desarrollo de un país es innegable. Cada día su importancia y
presencia en el mercado marcan hitos en la economía y el comercio, no solo
porque muchos consumidores de alguna forma los apoyan en forma solidaria “al
más débil” o por “apoyar a su empresario local”, y tratan de consumir sus
productos o servicios, incluso si es el caso, pagando un poco más por ello.
Esto lo vemos en los pequeños comercios de abarrotes, tiendas de conveniencia o
supermercados, donde acuden sus vecinos y amigos a comprar, y no es
precisamente porque tengan más variedad o precios más económicos, sino por solidaridad
y compromiso.
Según algunas estadísticas indican qué el
crecimiento y disminución de las Pymes es directamente proporcional a la
situación económica del país. En España por ejemplo se referencia hacia el 2012
que cerca del 21% de pequeñas empresas de 5 a 100 empleados, habían cerrado sus
puertas motivado a la crisis y la disminución del consumo, pero a partir del
2014 había un repunte significativo que llegó hasta el 12%.
Sin embargo no deberíamos indicar que el cierre de
una empresa está solo y directamente relacionado al aspecto económico; qué es
importante claro que sí!, qué es lo único, claro que no!.
Muchos emprendedores que se lanzan a la aventura de crear una empresa, desarrollan un producto o un servicio y lo hacen arriesgando mucho en ello, y no solo económicamente sino emocionalmente también.
Todos lo hacen con una clara intensión de triunfo y
esperanzas que muchas veces no son del todo adecuadamente fundamentadas, no
bastan solo las ganas, no basta solo la intensión, la voluntad y el deseo.
Muchas veces como empresarios subestimados el
producto, el mercado, la competencia, las barreras que nos encontraremos y no
hemos evaluados planes alternos, análisis situacionales que nos permitan
identificar en qué momento debemos parar y reevaluar lo que hacemos, ese punto
de retorno que nunca deseamos llegar pero que debemos tener en consideración
para no arriesgar más de lo que hemos invertido.
Es ahí donde el control interno interviene en las
Pymes. Debemos entender que el control interno permite que una organización sin
importar su tamaño esté alineada al logro de sus objetivos estratégicos, económicos,
de cumplimiento y operativos. Si no se
cumplen estos cuatro objetivos indefectiblemente fracasaremos.
Sí no definimos estratégicamente el qué, el cómo y
el cuándo, estaremos improvisando las medidas y las acciones que debemos tomar
para lograr la presencia y la vigencia del producto en el mercado. Hemos
evaluado sí el mercado y los clientes aceptan el producto tal como lo hemos
concebido?, No hablo de preguntarle a la familia y amigos si lo comprarían, si
les gusta o le parece adecuado, el 90% dirá que no se explican cómo han vivido
sin eso.
Hemos evaluado el mercado, hemos evaluado la
competencia, hemos identificado que el valor se adecua a la percepción que el
consumidor tendrá del producto. Esto es información estratégica vital antes si
quiera de pensar donde será la recepción de lanzamiento o donde gastaremos los
primeros millones de euros de ganancia.
De que nos sirve un excelente producto que no
logramos introducir, que no logramos mantener. De que nos sirve el producto si
no damos rápida y eficiente respuesta al cliente. Sí nuestra cadena de despacho
no cumple la entrega oportuna. Sí en nuestro proceso productivo descuidamos el
inventario, no controlamos las mermas, la obsolescencia, la pérdida de
materiales, el descontrol del proceso de compras o control de las cobranzas,
teniendo que contraer deuda para pagar a los proveedores porque no se controló
el pago oportuno de los clientes. Esto son solo algunas mínimas y vagas
consideraciones que pueden ocasionar el quiebre de una empresa; y puede que
nuestro mercado y nuestros clientes estén ávidos de nuestros productos, pero
nosotros estamos incapacitados de satisfacerlos.
El control interno para el microempresario
traducido como el Modelo de Gestión y Control, deberá ser entendido como
aquella experiencia traducida en políticas y normas e implementada en forma
práctica como procesos y procedimientos que permitirá que nuestras operaciones
logísticas, comerciales, administrativas y contables operen de una forma adecuada y controlada,
minimizando la posibilidad que eventos negativos o riesgos afecten nuestra
capacidad de continuar operando.
Para muestra referenciamos el éxito de muchas
franquicias; estas no solo te ofrecen un producto que probadamente gusta, te
ofrecen su experiencia de control y seguimiento del proceso, te venden su
modelo de control de producción, de la venta, del almacenaje, de todo aquello
intangible que ronda alrededor del producto. Si una franquicia detecta que su
franquiciado incumple sus normas de control interno, puede ser causal de
pérdida de la representación, porqué ésta pone en riesgo la calidad del bien
ofrecido y por lo tanto de toda la cadena de la franquicia.
El Modelo de Gestión y Control adecuadamente
implementado nos permitirá mantener una operación más controlada, más expedita
y eficiente, minimizando errores que pueden afectarnos en la continuidad de
nuestra operación.
Recientemente en España, fue aprobada una reforma
al código penal en la cual eventos de riesgo que impacten y afecten a los
empleados, al comercio, a la comunidad o al estado, sus administradores podrán
ser considerados responsables penalmente si por inobservancia no logran
demostrar en forma fehaciente que han implementado medidas de control
eficientes y suficientes y que han sido diligentes en controlar sus
operaciones. Esta norma no discrimina entre grandes y pequeñas empresas, por lo
que las Pymes también deberán ser diligentes en este proceso, lógicamente
adecuado y proporcionado a sus operaciones; éste es un elemento más para
considerar como buena práctica el implementar normativas de control interno,
sin embargo el pensamiento debería ser “lo requiero para mejorar” y no “lo
requiero porque me obligan”.
Para concluir, invirtamos tiempo en evaluar el
control interno, evaluar que nuestras operaciones están adecuada y
eficientemente controladas, no esperemos estar con nuestra continuidad en vilo
para empezar a controlar.
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