La Gerencia de IT, o el mal necesario de
toda organización.
Carlos Alberto Barrios L
Asociado a Moore Stephens Madrid
Uno de los aspectos que me llama la atención desde que trabajaba como
analista programador de sistemas hasta hoy en día, casi 25 años después, es el
rol que el personal de tecnología de información desarrolla en las
organizaciones.
En mis primeros años profesionales tuve la suerte de trabajar para
empresas transnacionales, donde estaba bastante definido el rol e importancia
del personal de la gerencia de tecnología de información, y su función crítica
y vital en la organización. Cuando era IT Manager siempre tuve la percepción
que éramos oídos y entendidos, que las propuestas que poníamos sobre la mesa,
eran muchas de ellas estudiadas e implementadas. Tenía el nivel jerárquico que
me lo permitía.
Sin embargo en el mundo de la consultoría empresarial donde he estado
más orientado a empresas medianas, muchas de ellas familiares, en la cual el
elemento tecnológico es igualmente relevante, critico y vital, aunado a una
tecnificación de la vida personal y organizacional casi impensable hace 25
años, veo, sí veo con asombro como una empresa que invierte un monto importante
de dinero en implementar una plataforma tecnológica de mediano rango, así como
un sistema de gestión empresarial, y deja esa responsabilidad en manos o bajo
la administración y control de personal inexperto y peor aún desasistido o
asociado a un speudo contrato tercerizado con una empresa que tarda 4 horas en
atender una llamada.
Muchas empresas subestiman en gran manera el rol e importancia del
personal de IT de su organización, es casi visto como un asistente operativo de
bajo rango el cual es medianamente indispensable, o un empleado algo más
costoso que un contable o un analista tributario. Es un mal necesario y me lo
han dicho.
El personal de IT mantiene y custodia algo vital de la organización
que es la información y sus datos: sus estadísticas, sus productos e
inventarios, estructuras de costos, toda su información financiera y contable,
sin contar información de nuestros clientes, proveedores, empleados, hoy en día
hasta el control de nuestros correos electrónicos; hemos cuantificado cuánto es
el valor de esa información, ó cuánto cuesta tener nuestras redes operativas
disponibles y accesibles.
Por qué tenemos un Senior Financial Management encargado de nuestra
contabilidad y finanzas o un Sales Director encargado de nuestra fuerza de
ventas y un asistente de IT encargado de nuestras redes y nuestras
telecomunicaciones. Sí, es imprescindible el SFM y el SD, pero por qué no es
imprescindible un IT Manager.
Parece que no valoramos o no entendemos el riesgo inherente a tener
todos nuestros sistemas de información en control de personas inexpertas o de bajo
nivel académico ubicados en un tercer o cuarto nivel organizacional.
En muchas oportunidades cuando estoy desarrollando revisiones en
empresas y observo estas situaciones, es una de las primeras banderas rojas que
levanto, tratando de hacer entender a la organización el riesgo expuesto, el
costo y daño directo y colateral de este proceder.
Un personal de IT que compara sus responsabilidades con otros cargos y
se ve disminuido y encasillado y en algún caso señalado como responsable de
fallas en las redes, en los sistemas, en las impresoras, puede ser una bomba de tiempo; una bomba de
tiempo que tiene toda nuestra información y nuestra operatividad en sus manos.
Es un mal necesario que habla en lenguaje extraño, y me lo han dicho.
He atendido innumerables casos donde después de advertir a la organización
sobre los riesgos de ese proceder, donde se ha propuesto la necesidad de
nivelar en la escala jerárquica o profesionalizar a el personal de IT, me han
indicado que información y correos de la empresa han sido divulgadas, o que no
se pueden acceder a las plataformas, o a los sistemas, o que las bases de datos
están desvinculadas o corruptas. Un caso cercano hasta pidió rescate para
habilitar las claves de redes que habían sido cambiadas en forma remota.
Eso es un delito, es un crimen perfectamente punible, pero que hacemos
mientras tanto actúa la ley, no vendemos?, no producimos?, no facturamos?, esa
es la respuesta?. Indudablemente que teníamos que actuar previamente, haber
detectado en esa persona esa tendencia o ese malestar hacia la empresa, pero
también es posible que como organización no buscamos la persona idónea, con el
nivel académico y la experiencia profesional para atender adecuadamente a la
organización, con el nivel jerárquico y de importancia adecuada al rol que
desempeñare.
En fin las organizaciones deben entender al personal de IT como un
personal profesional, académico, con el nivel de responsabilidad y experiencia
similar al encargado de la contabilidad o de los almacenes o de las ventas,
dejando de percibir al personal de IT como el mal necesario que habla en
lenguaje extraño.
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